Diversos estudios en la actualidad indican que el estrés tiene efectos relevantes en la composición de la microbiota intestinal. Entre ellos se pueden encontrar las alteraciones en la motilidad intestinal, el transporte de mucosas, la función de barrera intestinal y la percepción visceral.
Estos efectos son producidos a través de la vía eje intestino-cerebro (GBA). El GBA es una red de comunicación bidireccional entre el intestino y el cerebro, en la que la comunicación se produce a través de tres vías diferentes: la primera es a través de la comunicación neural (nervio vago), la segunda es en un nivel endocrino, por medio de glucocorticoides, como el cortisol (incluido el eje hipotálamo-pituitario-adrenal (HPA)) y la tercera es en el sistema inmunológico, mediante la modulación de citosinas.
En palabras más sencillas, el estrés afecta de manera significativa la salud de las personas, produciendo cambios en las secreciones digestivas.
En lo que respecta a la mucosa gastrointestinal, si una persona está sometida a estrés, pierde la capacidad de regeneración, disminuye el flujo sanguíneo y comienza un desequilibrio de la flora intestinal que tiene como consecuencia problemas con la absorción de nutrientes, alergias e intolerancias.
Desde la prestigiosa Clínica Mayo, indican que el estrés es una reacción psicológica y física normal a las exigencias cotidianas de la vida. Un poco de estrés puede ser bueno y motivar a las personas a un buen desempeño. Sin embargo, muchos desafíos diarios, como por ejemplo estar en el taco/tráfico ida y vuelta del trabajo, cumplir con plazos de entrega y pagar las deudas, pueden imponer más presión de la que el cuerpo puede tolerar.
En este sentido, el cerebro viene programado con un sistema de alarma para proteger al individuo. Cuando el cerebro percibe una amenaza, le envía una señal al cuerpo para que libere una explosión de hormonas que aumentan el ritmo cardíaco y elevan la presión arterial. Esta reacción de alarma proporciona energía para lidiar con la amenaza.
Entre las enfermedades que pueden aparecer, debido a un estrés constante, están el colon irritable, alzhéimer, esquizofrenia, obesidad, etc.
Hay que tener en cuenta que la influencia en la salud del cuerpo humano está relacionada con la obesidad y diversas enfermedades mentales, esto mediante el eje microbiota-intestino-cerebro.
Científicos de distintas partes del mundo señalan que las variaciones en la composición de la microbiota intestinal influye en todos los aspectos fisiológicos , incluyendo la obesidad, la función cerebral y el comportamiento.
Cabe destacar que actualmente la obesidad y su relación con la microbiota intestinal aún sigue siendo estudiada en profundidad para conocer su nexo con la neurociencia y enfermedades psiquiátricas. De a poco se ha ido recopilando evidencias que dan a conocer que la microbiota, efectivamente, tiene un rol fundamental en la obesidad.
Los probióticos tienen un papel fundamental en la protección de la salud del cuerpo humano. Recordemos que, como hemos expuesto en otro blog, según la Organización Mundial para la Salud (OMS), los probióticos son un microorganismo vivo que, administrado en cantidad adecuada, tiene numerosos beneficios para la salud y calidad de vida de las personas.
En este contexto, se han utilizado diversos enfoques experimentales para contrarrestar el efecto modulador del estrés sobre la microbiota intestinal. Estos demuestran que la respuesta al estrés puede revertirse parcialmente mediante colonización del intestino, a través de una buena alimentación, suplementación probiótica o trasplante microbiano, mejorando problemas derivados del estrés como un deficitario funcionamiento cognitivo, inflamación sistémica, problemas inmunológicos, enfermedades inflamatorias del intestino (EII) o trastornos neuropsiquiátricos y neurodegenerativos entre otros.
Según el doctor Domingo Carrera, médico especialista en nutrición del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas en España algunas sugerencias son:
A las recomendaciones, se suma el adoptar hábitos digestivos saludables, tal como lo dice el doctor Carrera, con la ingesta de probióticos se trabaja en prevenir alteraciones en la microbiota y reforzar las defensas, mejorar el tránsito intestinal y las consecuencias del estrés, por supuesto, que en el caso de tener complicaciones relacionadas a la salud mental, el llamado de los expertos es a visitar un especialista.
En el caso de los productos BIORI, aliados de la salud, una dosis diaria de probióticos te ayudará a combatir y prevenir enfermedades, ¿ya probaste alguno de sus 3 sabores?
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Como los microorganismos, como tú y yo, como todo en la vida, Biori ha pasado por etapas de crecimiento y adaptación. Esta transformación es un reflejo de una nueva etapa, una más madura, que conoce mejor lo que tiene para ofrecer al mundo, pero con la misma alegría y vitalidad de siempre.