Hola nuevamente! En la edición anterior nos acercamos un poco al cómo impacta el consumo de probióticos en nuestra salud y quedamos en profundizar sus efectos en la salud deportiva.
Existe una frase muy mencionada, “ s omos lo que comemos”, que más allá de definir nuestro estilo de vida indica qué tan bien cuidamos nuestra salud. Después de todo, el cómo y de qué nos alimentamos tiene mucha relación con nuestra salud ya que casi el 70% del sistema inmune se encuentra en el intestino. Una alimentación saludable y responsable ayudará a mantener óptimo tu cuerpo en el día a día y disminuirá complicaciones a futuro. Por esta razón es que muchas personas suplementan su dieta con probióticos y los deportistas no son una excepción. ¿Por qué? Dependiendo de la intensidad del deporte y la frecuencia con que se practica pueden generarse situaciones de estrés físico o que impactan en otras áreas del cuerpo. Se ha reportado que los probióticos pueden disminuir estos efectos y mejorar cualidades como la resistencia o la absorción de nutrientes. Pero ¿estos microorganismos son tan maravillosos? Por sí solos ya lo son y basta con que veamos la evidencia científica que hay en relación con su uso y sus efectos sobre el intestino, el sistema inmune y la resistencia física.
Debemos mencionar que la dieta y el ejercicio tienen efecto sobre la microbiota del intestino. Según menciona el equipo de Jagër (2019), la diversidad y la abundancia de los microorganismos puede modificarse según cambie la dieta y consumo de proteínas y carbohidratos. Por otro lado, la intensidad del ejercicio (en cuanto al tiempo que se practica) podría correlacionarse con la abundancia de géneros específicos de la microbiota como la Prevotella sp. (Petersen et al., 2017). A partir de allí, el consumo de probióticos podría mejorar algunas cualidades físicas e inmunes dependiendo de la cepa consumida. En las revisiones científicas de Jagër et al. (2019) y Díaz-Jiménez et al. (2021) se han reunido y resumido algunos estudios de consumo de probióticos que abarcan distintas cepas, deportes o actividades físicas. Detallando un poco más, el grupo australiano de Clancy (2006) suministró diariamente 2x10 10 unidades formadoras de colonia (ufc o células viables) de una cepa específica del probiótico L. acidophilus durante 4 semanas a un grupo de atletas fatigados y con su sistema inmune levemente debilitado, encontrando que luego del tratamiento los niveles de interferón γ en saliva y mucosas aumentaron significativamente; el interferón gamma es una citocina producida por algunos linfocitos y está involucrada en la regulación de la respuesta inmune e inflamatoria. Otros estudios como el de Huang et al. en 2018 y 2019 encontraron que la resistencia y recuperación de los deportistas mejoró significativamente posterior al consumo de Lactobacillus plantarum en al menos 1x10 10 ufc al día.
¿Existe información sobre tratamientos con más de 1 cepa probiótica? Pues sí. Se ha reportado que el tratamiento con distintas cepas de Bifidobacterias, Lactobacilos y Enterococos en conjunto podría reducir significativamente la permeabilidad del intestino que está relacionada con una mayor absorción de toxinas, pero el mismo tratamiento no entrega beneficio físico alguno, como índice y tiempos de recuperación o mayor absorción de oxígeno (Lamprecht et al ., 2012; Strasser et al ., 2016).
El deporte es una excelente actividad física necesaria para llevar una vida saludable y el consumo de probióticos, sea una cepa individual o una combinación de cepas, puede ayudar a minimizar la fatiga o mejorar aspectos de resistencia física e inmune ya sea si se practica ejercicio de forma recreacional o competitivo. Pero siempre es importante informarse antes de comenzar a suplementar tu dieta con probióticos; averiguar sobre la cepa que quieres consumir o bien, consultar en la literatura científica sobre los efectos específicos que tienen los probióticos. Por que si bien su consumo es beneficioso para nosotros, un consumo inadecuado o excesivo puede traer consecuencias no deseadas como un desbalance en el microbioma intestinal o hasta algo tan simple como no tener efecto alguno. Al final de este texto podrás encontrar algunos documentos y revisiones científicas (que tratamos en esta oportunidad) que puedes consultar para obtener más detalles.
BIBLIOGRAFÍA
Clancy R., Gleeson M., Cox A., Callister R., Dorrington M., D’Este C., Pang G., Pyne D., Frinker P., Henriksson A. 2007 .Reversal in fatigued athletes of a defect in interferon γ secretion after administration of Lactobacillus acidophilus . British Journal of Sports Medicine 40:351-354.
Díaz-Jiménez J., Sánchez-Sánchez E., Ordoñez F., Rosety I., Díaz A., Rosety-Rodríguez M., Rosety M., Brenes F. 2021 . Impact of Probiotics on the Performance of Endurance Athletes: A Systematic Review. Int. J. Environ. Res. Public Health 2021,18, 11576.
Huang WC., Hsu YJ., Li H., Kan NW., Chen YM., Lin JS., Hsu TK., Tsai TY., Chiu YS., Huang CC. 2018 . Effect of Lactobacillus Plantarum TWK10 on improving endurance performance in humans. Chin J Phys. 61:163 – 70.
Huang WC., Wei CC., Huang CC., Chen L., Huang HY. 2019 The Beneficial Effects of Lactobacillus plantarum PS128 on High-Intensity, Exercise-Induced Oxidative Stress, Inflammation, and Performance in Triathletes. Nutrients, 11(2), 353.
Jäger R., Mohr A., Carpenter K., Kerksick C., Purpura M., Moussa A., Townsend J., Lamprecht M., West N., Black K., Gleeson M., Pyne D., Wells S., Arent S., Smith-Ryan A., Kreider R., Campbell B., Bannock L., Scheiman J., Wissent C., Pane M., Kalman D., Pugh J., ter Haar J., & Antonio J. 2019 . International Society of Sports Nutrition Position Stand: Probiotics. Journal of the International Society of Sports Nutrition 16, 62.
Lamprecht M., Bogner S., Schippinger G., Steinbauer K., Fankhauser F., Hallstroem S., Schuetz B., Greilberger JF. 2012 . Probiotic supplementation affects markers of intestinal barrier, oxidation, and inflammation in trained men; a randomized, double-blinded, placebo-controlled trial. J Int Soc Sports Nutr. ;9:45.
Petersen L., Bautista E., Nguyen H., Hanson B., Chen L., Lek S., Sodergren E., Weinstock G. 2017 . Community characteristics of the gut microbiomes of competitive cyclists. Microbiome 5, 98.
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